domingo, 13 de enero de 2013

AMOR



Por: Pilar Alberdi


Con guión y dirección: Michael Haneke y la participación actoral de Jean Louis Trintignat, Emanuelle Riva, Isabelle Huppert, William Shimell, Ramón Aguirre, Alexandre Tharaud, Laurent Capelluto, Carole Franck, Rita Blanco, Dinara Drokarova. Varios premios, cinco nominaciones a los Oscar.
Una excelente película sobre la vejez. No importa si has tenido éxito, si has sido rico, bello, feliz... Ella saldrá a tu encuentro, lo hará contigo pero también con tus familiares. Quizá antes de que llegue a ti aprendas a tutearla cuando cerque a los tuyos.
Esta es una película a la que se ha calificado de «tierna». No lo sé. ¿Es tierna? ¿Cómo fue la relación de la pareja? El interés en la música les unía. ¿Qué más? Sin duda, resulta real, muestra lo que suele ocurrir entre las cuatro paredes de una casa en el final de la vida mientras en la ciudad otros nacen, los jóvenes salen de juerga o alguien hace el amor. Es: un retrato de la soledad de la vejez y a la vez de la impotencia del que padece el declive y de quien no puede ayudar a remediarlo. El departamento en el que viven, amplísimo, ha sido una vivienda de lujo, pero vemos cómo hasta en ella se ha cebado la vejez bajo el imperio del tiempo. No hay lavavajillas, las alfombras desgastadas, a las puertas y los marcos les vendría bien una mano de pintura.
Pero ¿sólo se habla de la vejez? No. También del éxito que se tuvo, también de las relaciones intergeneracionales. ¿Dónde están los nietos? Existen, pero no aparecen. Esto en la realidad también sucede, conozco casos. En terapia puedes ver casos en los que se les pregunta a los niños o a los adolescentes por sus abuelos y no saben sus nombres o sus ocupaciones. Además, se aparta a los niños de la vejez, la enfermedad y la muerte. ¿Por qué? Porque la sociedad querría ser eternamente joven.
Cuando ustedes salgan de ver esta película, pregúntense qué va a pasar en la siguiente generación e incluso en la siguiente de esta familia y obtendrán una única respuesta: lo mismo. Aquí podemos apreciar aquello que se explica dentro del contexto de la psicología transgeneracional.
¿Qué es el amor? ¿Ternura? ¿Sí? Sobre todo es responsabilidad hacia lo amado.
Y ahora déjenme que les cuente el comportamiento del público en la sala. La mayoría eran parejas de más de 45 años. Algún pequeño grupo de tres personas. Pase de sábado a las 16:30 en la sala de multicines de la Estación de ferrocarril de Málaga. Unas veinte personas. Quizá varias de ellas acababan de almorzar. Había mucha gente a esa hora en los restaurantes. Tal vez varias no sabían qué película iban a ver. ¿Eligieron al azar? ¿Los sedujo la palabra «Amor»?Resultado: pareja de treinta años, rascando la caja de palomitas, comiendo, charlando, riendo... Incluso contestaron una llamada de teléfono. Un hombre solo: reía a cada instante, desde luego no había motivo para reír en voz alta, salió dos veces, presumiblemente, al servicio. A partir del segundo regreso cesó de reír. ¿Se le había pasado el efecto del alcohol o simplemente media hora de película había bastado para madurar de golpe? Reacción general al acabar la película: observando varias personas que formaban pareja parecía que una explicaba algo a otra, quizá el final, que no se percibe bien si no se ha prestado suficiente atención al comienzo. Otras: silencio. Otras: salida impetuosa, conversando en voz alta.
¿Sabemos qué vamos a ver cuando vamos al cine? Acción-reacción. A mí esto me parece tan importante como la película misma. Lo que vemos... ¿no nos gusta? ¿Qué hay ahí? ¿Qué hay en nuestra vida para que no nos guste? Ahí es en dónde tenemos que mirar. Ese es el verdadero pase de película que tenemos que comprender mientras ellos cantan...

"Sur le pont d'Avignon,
On y danse, on y danse,
Sur le pont d'Avignon,On y danse tous en rond".


2 comentarios:

  1. Hace algunos años que llevo una vida muy austera por la situación. No voy nada al cine. Tengo un gran amigo que sabe que soy algo especial a la hora de elegir películas, y hemos compartido muchas, nos reímos, lloramos, en fin, es un gran compañero de butaca.
    Me invitó a ver esta película, que me pareció maravillosa, me gusta este tipo de cine, y no creo que sea una película que guste a mucha gente, porque habla de algo que nadie quiere saber. Es cierto lo que dices, que la casa daba la sensación también de vejez.
    Lo que comentas de que si la gente sabe qué va a ver al cine, me lo he preguntado varias veces. Creo que en muchos casos se va al cine porque es sábado, o domingo por la tarde y hay que hacer algo. Desde luego que a mí me gusta saber qué voy a ver, elijo algo que me guste para vivir esa película, sentirla y disfrutarla. Bueno, cada uno con su aquel, como quien dice...

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por tu comentario, Claudia. Como bien dices es una historia difícil, como la vida misma.Me alegra saber que la viste y esto me hace imaginar a otros cientos o miles de personas que en diferentes cines de España y del mundo la hemos visto y hemos tenido, quizá, sentimientos parecidos.
    Escapamos de la naturaleza, pero somos esclavos de nuestra biología. Buscamos el sentido y, a veces, comprendemos.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar